¿Etiquetamos a los demás como tiendas de ropa?

¿Etiquetamos a los demás como tiendas de ropa?

¿Etiquetamos a los demás como tiendas de ropa?

¿Etiquetamos a los demás como tiendas de ropa?

¿Etiquetamos a los demás como tiendas de ropa?

Generalmente cuando vamos al centro comercial vamos a una tienda y entramos para “conocerlos” y luego la dejamos y vamos a otra y así sucesivamente y luego empezamos a categorizar la tienda como “muy nueva” “esto es para mujer “. “, “Demasiado femenina” No pude evitar maldecir con solo mirar la tienda, y mucho menos entrar a la tienda.

Normalmente las etiquetas se clasifican por malas ó buenas, pero en este caso dejaremos de lado las etiquetas buenas  pero para que esto no quede sin aclarar a continuación tienen una definición sobre etiquetas buenas “No positivas porque halaguen las cualidades de la persona, sino porque ayuden a la persona ” Volviendo con las etiquetas negativas la definición “Un calificativo, comúnmente despectivo, para cada persona como vago, malote, solitario, aburrido, pesado… y encasillar a la persona dentro de él”, algo que para nosotros es  igual ya que nos enfocamos en  aspectos como personalidad, económicos que son los dos más comunes.

Imagen de Pinterest

Este “Problema” De etiquetar personas comienza normalmente en mi opinión desde casa en especial con  los padres, ya que ellos son los que etiquetan a las personas por su estatus económico además con el aspecto que ellos deciden con quien juntarse y con quien no. Generalmente cuando vamos al centro comercial vamos a una tienda y entramos para “conocerlos” y luego la dejamos y vamos a otra y así sucesivamente y luego empezamos a categorizar la tienda como “muy nueva” “esto es para mujer ” “, “demasiado femenina” No pude evitar maldecir con solo mirar la tienda, y mucho menos entrar a la tienda.

Ahora pasaré a la famosa  comparativa con un ejemplo muy simple:

Cuando vamos al centro comercial y entramos a la tienda, miramos la ropa, y cuando salimos de la tienda, pasamos por delante de la ropa que odiamos porque ni siquiera podemos verla, pero sí sentirla. Es así de sencillo: vamos de casa en casa sin tocar la ropa e incluso la miramos con desprecio y decimos las palabras más comunes: “Esa tienda es muy nueva”, “sólo para señoras”, “demasiado barata” y otras frases más, pero cotidiano y referente.

Imagen de Pinterest

Con solo dos simples frases o más incluso se vuelve realidad y podemos seguir, esto es algo que nunca podremos lograr e incluso creamos personas con etiquetas como “rebelde”, “tranquilo”, ya tenemos una. Relación de personal y su clasificación. Ya que estamos hablando de estatus social, muy a menudo si una persona tiene buen crédito hablaremos con ella, de lo contrario no lo haremos, incluso la ignoraremos por su simple apariencia.

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